Narea no es más que la consecuencia natural que nace de la pasión por el gremio que cada uno de los integrantes de este proyecto posee.

Ya desde niños ambos empezaban a sentir que era lo suyo. Sin embargo, no todo siempre fue así. Tras casi escoger otro camino, acaban encontrándose en la escuela de hostelería de Jerez. Allí nace la conexión entre ambos, pero no es hasta 3 años más tarde cuando se vuelven a encontrar en el camino. Es entonces cuando empiezan a forjar el equipo que son hoy. Tras 2 años trabajando codo con codo en grandes casas de la gastronomía deciden embarcarse en este bonito proyecto que tiene como respaldo el compromiso, la exigencia y la constancia.

Narea surge entonces del deseo de materializar esta química y esta ética de trabajo macerada a lo largo de los últimos años y de la ilusión de convertir un sueño de niñez en realidad.